Después de algo ligero como BÚSCATE LA VIDA, vamos, yo y mi circunstancia, a recomendar otro documental de MÚSICA con mayúsculas acentuadas bien.
La caída, caída, recontracaída y hostiazo final de Jesus Christ Allin, más conocido internacionalmente como GG ALLIN.
Músico compositor de origen yanqui, es clave para entender eso que se conoce por Roca y Rollo, y por extensión de esa mierda infecta llamada Pank.
Tras unos comienzos cercanos al Glam Marica Molón, GG Allin , seguramente, asqueado de la vida, sus padres y madres, el presidente de la comunidad, las mujeres, los hombres, los transexuales, los nazis y comunistas, el Ku Klux Klan, los Panteras Negras, los Panteras Blancas, la Pantera Rosa, la legislación vigente y la mierda de música de las radio fórmulas, decide coger el toro por los cuernos y montar la definitiva banda que recuperase el espíritu del R&R.
Estimulado por cantidades ingentes de drogas y laxantes y acompañado de su hermano de bigote hitleriano o chaplinesco, según se mire, Merle Allin, organizan diversos atentados en forma de banda musical, con nombres tan pintorescos como GG Allin & The Scumfucs o GG Allin & The Murder Junkies.
Estos conjuntos músico vocales se caracterizaban por un punkrock más guarro que una camiseta después del txupinazo de San Fermín, unas letras que aludían de forma muy, pero que muy poéticas, a la muerte, la coprofagia, la violación, el incesto, la misoginia, la tortura o la necrofilia entre otras lindezas humanas, y sobre todo por unos directos en los que el entrañable GG, desplegaba sus mejores recursos escénicos.
Y no hablamos de los lapos de los Pistols.
Ni de Ozzy haciendo el salto de la rana como el Cordobés.
Ni de Alejandro Sanz increpando a un acosador, o eso nos cuentan en la puta prensa de mierda.
No, no.
Hablamos de violencia subnormal, orines, sangre, desnudo integral, hostias sin coreografía, heces, parones de conciertos, más heces, invasiones de escenario, peleas entre los pipas y el público, muchas más heces y todo con el acompañamiento musical, cuando no se veían obligados a parar por el caos, de los Adictos al Asesinato, los Yonkis Asesinos, los Yonkis Muertos o como pollas se traduzca el nombre del fenomenal grupo de musical acompañamiento
En resumidas cuentas, una mezcolanza de una sesión de lírica psicótica, una performanza artística jarto de zurracapote y el olor del recinto txoznil en Vitoria cuando estaban en La Florida. Todo ello micropene en ristre.
Podría utilizar todos los adjetivos que me ofrece el diccionario María Moliner pero no llegaría ni por asomo a expresar lo que nos ofrece este documental titulado HATED y otras grabaciones que circulan por ahí, como por ejemplo el emotivo funeral de GG ALLIN.
Porque, en efecto, GG muriose.
Las malas gentes dicen que por las drogas, pero yo apunto como más fiable la sobredosis de trabajo. O el puto FBI.
En serio, si quieren epatar tras una comida familiar cuando les pregunten si les gusta la música o desean impresionar agradablemente a esa persona especial con la cual iniciar una vida de compromiso e hipoteca, no duden en ver este documental en su flamante televisor led de 50 pulgadas FULLHD 3D UCD.
Triunfarán.
Y si, quien sabe, por casualidad se convierten en fans a muerte de las correrías de GG Allin and Friends, pueden visitar su tumba en New Hampshire y echar un ñordo para mostrarle sus respetos.
Porque, seamos sinceras, ¿quién no se ha cagado encima tras una buena juerga kalimotxera en fiestas de VitoriANO?
Mierda pa todas.
Mundinheces.
En youtube, el documental HATED, en su versión subtitulada en españolés, no se puede ver sin estar registrado, porque dicen “este video puede ser inadecuado para algunos usuarios”. Mientras tanto cientos de youtubers idiotizan a nuestra juventud, futuro de la patria.